Mario Romero.- Las cifras de Huawei han ido empeorando a medida que avanzan los trimestres, de hecho en muchos mercados no supera el 3% como es el caso de España, Alemania o Chile, otrora dando la lucha contra Samsung y Apple directamente, pero todo indica que ese escenario, no lo volveremos a ver.
Más allá de las sanciones impuestas por EE.UU, a Huawei además se le crítica el hecho que ha perdido fuelle en su propio territorio, pues la base de la caída del fabricante, siempre se atribuyó a no poder ofrecer los servicios de Google, algo que no es tema en China, pues está prohíbido desde hace años por razones políticas, por lo tanto se apunta a un estancamiento y falta de atractivo en su oferta local.
De su gama alta Mate 40 lanzado en octubre de 2020 solo se vendieron 4,5 millones de unidades en China según cifras oficiales
Llama poderosamente la atención, que con motivo de los anuncios de resultados financieros del trimestre, su presidente rotatorio de Huawei, Xu Zhijun, eclaró el objetivo estratégico de la compañía para los próximos cinco años, era solo la supervivencia y mencionó que Huawei continuará brindando calidad incluso al enfrentar una pérdida continua.
Por su parte, la firma de investigación de mercado, Strategy Analytics, que había analizado el desempeño comercial de Huawei en la primera mitad de 2021, ha discutido por qué Huawei todavía tiene confianza en sus operadores y negocios empresariales, concluyendo que la firma china solo debe concentrarse en el negocio de telecomunicaciones, con una expansión activa de la red 5G lo que permitiría mejorar sus números, pero se advierte que cada vez las licitaciones la están dejando fuera, por lo tanto, no es garantía de éxito a corto plazo, más aún si en el primer semestre de 2021 el despliegue de este tipo de redes se ha ralentizado.
Por lo pronto, Huawei ya tiene grandes proyectos del proyecto 5G de 700 MHz de China Mobile y China Radio and Television y del proyecto 5G de 2,1 GHz de China Telecom y China Unicom.
Analistas coinciden en señalar que el futuro de Huawei está en otras áreas, lejos de los teléfonos y si su fundador se niega a cerrarlo o venderlo, deberá al menos aceptar que fuera de China no tiene futuro y que podría generar un colapso financiero que afecte irreversiblemente sus otras áreas de negocio.
Se plantea la urgencia de enfocar sus esfuerzos en inversión en el negocio de los autos inteligentes, dotando de software y tecnología, no de convertirse en un fabricante de ellos, así como fortalecer sus datacenter y sus negocios relacionados con la nube.
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