Tras superar las exigencias técnicas que impone Apple a sus proveedores, LG Display entregará una partida de 400 mil pantallas OLED para los iPhones XS y XS Max, como complemento a los comprometidos por contrato con la también surcoreana Samsung, la que cuenta con la preferencia para la fabricación de estos paneles.
El hecho de que Apple haya aceptado la recepción de pantallas OLED hechas por LG, implica indirectamente la necesidad del fabricante de iPhones de echar mano a los mejores proveedores y asegurar la producción de esta pieza clave para sus teléfonos y evitar así retrasos de última hora al no depender solo de un fabricante.
LG Display eso sí, ha tenido ciertas dificultades con este tipo de pantallas, como ha ocurrido con los Google Pixel de 2017 y recientemente con algunas unidades fabricadas para el Huawei Mate 20 Pro que se han tornado verdosas en sus bordes y que se encuentra bajo investigación para saber las causas precisas de los defectos.
Por otra parte, al recurrir a LG como segundo proveedor otorga aire al manejo de precios y evita monopolios de tarifas que inclusive le permitirían a Apple mejorar el precio por este concepto que ya es alto.
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