Complicado panorama para la firma china Huawei, que si bien no podría sorprender a muchos, el hecho de que esté notificando a sus proveedores que sus pedidos de componentes de teléfonos caerán en más de un 60% este año, según se enteró Nikkei, es una pésima señal respecto de las proyecciones que se habían anticipado hace al menos un mes.
Según el reporte, Huawei planea pedir componentes por hasta 80 millones de teléfonos este año, una cifra paupérrima si se comparan con las 189 millones de unidades que Huawei envió el año pasado, tomando en cuenta que todo se reduce a modelos
Los pedidos de componentes de la compañía se han limitado solo a modelos 4G, ya que carece del permiso del gobierno de EE.UU. para importar componentes para los modelos 5G e incluso se considera el hecho de que algunos de los proveedores indicaron que la cifra podría reducirse a casi 50 millones de unidades.
Huawei retrocedió el año pasado al tercer lugar en la industria mundial de teléfonos detrás de Samsung Electronics y Apple, según la empresa de investigación IDC y es altamente probable que pierda más terreno este año en medio de las restricciones a las exportaciones estadounidenses, así como de perder su liderazgo en la propia china, pues analistas consideran que su último teléfono, el Mate 40 Pro ha defraudado en ventas, con solo 4.3 millones de unidades vendidas en su país natal.
A los problemas que arrastra Huawei, se suma la escasez global de semiconductores y componentes la que también está afectando al negocio de teléfonos inteligentes de Huawei y habían cifradas esperanzas en China de que el nuevo residente de Estados Unidos, Joe Biden, suavizaría el enfoque de línea dura de su predecesor en el comercio de China, incluso en lo que respecta a semiconductores y equipos relacionados, pero ahora parece que la nueva administración mantendrá la postura combativa de Trump