La contracción mundial de la economía, cuyo principal índice es el menor consumo está obligando a la industria tecnológica, especialmente a los fabricantes de móviles, ha ir revisando sus proyecciones de ventas, cada vez con mayor frecuencia y efectuar los ajustes necesarios ante tiempos de incertidumbre.
En línea con esa tendencia, la surcorena Samsung está limitando sus pedidos de componentes a la mitad, estimándose que ahora se fabrican cerca de 10 millones de teléfonos inteligentes al mes, en comparación con los 25 millones en meses anteriores al anuncio de pandemia y las restricciones colaterales.
El hecho de que la surcoreana haya debido recortar el 50% de sus pedidos es una indicación de que la compañía no espera que el mercado se recupere pronto y afectan a todas las líneas de teléfonos inteligentes, desde la Serie A hasta el recientemente estrenado Samsung Galaxy S20 Ultra.