En un hecho sin precedentes, la firma estadounidense Apple acordó pagar hasta US$500 millones para dar por terminado una disputa legal donde se le acusaba de ralentizar los iPhones más antiguos al lanzar nuevos modelos, para así «inducir a los propietarios a comprar teléfonos o baterías de repuesto».
El acuerdo preliminar propuesto para la demanda colectiva requiere la aprobación del Juez de Distrito de los Estados Unidos Edward Davila en San José, California. (Caso Nº 18-md-02827.) y exige que Apple pague a los consumidores US$25 por iPhone, (CLP$ 20.000,. aproximadamente) que puede ajustarse dependiendo de cuántos iPhones sean elegibles, que cubre a los propietarios de los modelos de iPhone 6, 6 Plus, 6s, 6s Plus, 7, 7Plus o SE que ejecutaban el sistema operativo iOS 10.2.1 o posterior.
También cubre a los propietarios del iPhone 7 y 7 Plus que ejecutaban iOS 11.2 o posterior antes del 21 de diciembre de 2017 con un piso de US$310 millones.
Los consumidores sostuvieron que el rendimiento de sus teléfonos se vio afectado después de instalar las actualizaciones de software de Apple, creyendo que sus teléfonos estaban cerca del final de sus ciclos de vida, y que requerían reemplazos o baterías nuevas.
Apple atribuyó los problemas principalmente a los cambios de temperatura, el alto uso y otros problemas, y dijo que sus ingenieros trabajaron rápida y exitosamente para abordarlos. Los analistas a veces se refieren a la desaceleración de los iPhones como «estrangulamiento» y tras una serie de reclamos más las pruebas en video de cómo se degradaba la batería en los iPhones, Apple se disculpó y bajó el precio de las baterías de reemplazo a US$19.- (CLP19.990.-)
Es importante consignar que el costo involucrado es para el pago a los usuarios con residencia en Estados Unidos y cabe recordar que en Chile se sigue un juicio similar, interpuesto en nombre de los usuarios representados por la ODECU, que presentó una demanda similar en febrero de 2018.