Once años después de la llegada al mercado del primer iPhone, donde los entornos de las tiendas de Apple en los países donde se pone a la venta el día de hoy, se vuelve a repetir la misma escena, donde compradores esperaban desde la noche anterior, instalándose de manera civilizada y ordenada, como si esperasen por su artista preferido o banda de rock de culto.
Si.. es un teléfono. Es un bien de consumo, pero es digno de analizar por parte de sociólogos y profesionales que logren descifrar por qué un iPhone genera tanta expectativa entre los usuarios, cuando siempre se dice que es «más de lo mismo», y sus detractores se empeñan en burlarse en campañas publicitarias de sus repetidas herramientas de marketing. Un marketing que funciona a la perfección como reloj suizo (bueno, ahora como un Apple Watch).
Los usuarios de ciudades como Nueva York, Paris, Londres, Madrid, Sidney, Berlin y otras, vuelven a repetir la escena de grupos de docenas de personas que se agolpan en los frontis de las Apple Stores, esperando para tener su iPhone.
Apple pondrá a disposición de sus usuarios los iPhone Xs y Xs Max que fueron reservados el viernes pasado, otros que irán a retirarlo a las mismas tiendas, usuarios que lo recibirán en sus domicilios vía UPS o DHL, mientras que otro grupo esperará en la fila para tener el suyo, de manera presencial, ya sea acogiendose al plan de renovación o simplemente comprando uno nuevo.
Todo un fenómeno que se replica en los doce primeros países que recibirán los nuevos iPhones y un nuevo año en que las filas y grupos de fanáticos esperan para que las puertas se abran.
Apple la sabe hacer.
Fotografías : Der Spiegel, NewsRoom Apple, Wall Street Journal y ChinaTimes