Si la guerra comercial entre EE.UU y China parecia ser parte del «inventario» y haber bajado su intensidad y amenaza para el comercio mundial, otra amenaza se cierne en la industria tecnológica, y que tiene implicancias que de seguro salpicarán a gobiernos, empresas y organizaciones.
EN CONTEXTO
Japón impuso a comienzos de este año nuevas restricciones a las compañías de tecnología de Corea del Sur en represalia a un fallo de un tribunal coreano que determinó que la firma Nippon Steel, con sede en Japón, debe pagar por utilizar mano de obra coreana forzada durante la Segunda Guerra Mundial…. sí… un hecho de hace más de medio siglo y si bien es una lucha de larga data entre los dos países la eliminación ha llegado a un punto crítico.
Y ello ha llevado a Japón a eliminar los acuerdos de libre comercio existentes con Corea del Sur para productos químicos importantes para el proceso de fabricación de chips y esto podría crear problemas con la producción de chips de memoria flash DRAM y NAND afectando eventualmente la producción en Corea del Sur.
Como se mencionó anteriormente, las empresas de tecnología de los Estados Unidos ahora están discutiendo las opciones y las posibles consecuencias con los fabricantes surcoreanos, como Samsung, incluso cuando renuevan los contratos de suministro.
Según Business Korea, el gobierno de los Estados Unidos espera poder ayudar a los dos países a llegar a una resolución, pero lamentablemente ese esfuerzo podría verse obstaculizado por el hecho de que el presidente Donald Trump ha hecho declaraciones recientes que podrían amenazar la neutralidad de los Estados Unidos en el asunto.
PRIMER DAMNIFICADO : APPLE
Samsung es el proveedor principal de varios componentes críticos utilizados en iPhones, como memoria flash y chips de RAM, así como las pantallas OLED y tanto Apple como otras empresas de tecnología que confían en Samsung podrían ver una gran escasez de componentes debido a una eventual escasez de memoria RAM y los chips de memoria flash podrían causar retrasos o reducir el suministro de Apple.
La situación puede ser especialmente preocupante para Apple a medida que se avecina un nuevo evento de anuncio de iPhone. y Apple, por su parte, ha buscado durante mucho tiempo reducir su dependencia de proveedores únicos para componentes críticos, por ello como señala Digitimes el fabricante de pantallas con sede en China, BOE Technology, podría ser un salvavidas en el sumisntro de pantallas OLED de Apple, la misma empresa que paradójicamente fabrica las pantallas de los gama alta de Huawei.
Apple podría optar por LG el proveedor principal de la pantalla OLED del Apple Watch junto con Japan Display para obtener paneles adicionales para el iPhone, pero LG también es una empresa surcoreana y su producción podría verse afectada por la disputa comercial.
Habrá que estar atentos